Dmitry Prokazov asegura que
aunque simpatizaban con la protesta, solo habían salido a dar un paseo.
La fiscalía rusa intenta despojar a una pareja de la custodia
de su hijo de 1 año tras haberlo llevado a una protesta opositora al gobierno
de Vladimir Putin no autorizada.
En un comunicado, la fiscalía afirmó que la pareja puso en
riesgo la vida del bebé al dejarlo con una tercera persona y que ha pedido a un
tribunal que les retire sus derechos parentales.
La pareja le dijo al servicio ruso de la BBC que simplemente
le dieron el niño a un amigo para que lo sostuviera.
La manifestación tuvo lugar el pasado 27 de julio y formó
parte de una serie de protestas contra la exclusión de candidatos de la
oposición en la ciudad de Moscú de cara a las elecciones del próximo mes.
Más de mil personas fueron detenidas en esa marcha y en otra
que tuvo lugar una semana después.
"Abusaron de sus derechos
parentales"
"Durante la protesta, los padres entregaron a su hijo
pequeño, indefenso debido a su edad, a una tercera persona, poniendo en peligro
su salud y su vida", declaró la fiscalía.
"Así que explotando al niño, los padres abusaron de sus
derechos parentales en perjuicio de los intereses de su hijo".
Los fiscales también afirmaron que el padre del niño tiene
residencia temporal en Moscú y por ello no tiene derecho al voto en las
elecciones.
El comunicado añadió que está investigando a otros padres que
llevaron a sus hijos pequeños a las manifestaciones del 27 de julio y el 3 de
agosto, así como a gente que animó a menores a participar.
Los padres, Dmitry y Olga Prokazov, dijeron que simplemente
habían salido a dar un paseo cuando se encontraron
con los manifestantes.
"Sabíamos que se estaba planeando una protesta para
elecciones libres, y nos solidarizábamos con eso... así que no teníamos
miedo", dijo Prokazov.
Afirmaron que vieron a su amigo Sergey Formin en el grupo de
manifestantes y le sugirieron que se fuera con ellos. Él estuvo de acuerdo y en
algún momento Dmitry le dio a Sergey al bebé para que lo sostuviera.
Dmitry explicó que Sergey es su mejor amigo y que es el primo
de su esposa y el padrino de su hijo mayor.
"Ni siquiera se me pasó por la cabeza que estuviera
haciendo algo remotamente malo", añadió.
Los investigadores, en cambio, aseguran que Sergey Formin
está siendo buscado por la policía por participar en las protestas, y que
sostuvo al hijo de otros para superar el cerco policial. Se desconoce su paradero.
Algunos funcionarios han criticado la decisión de la
fiscalía.
"Es inaceptable en cualquier situación política el
chantajear usando a niños", dijo el defensor de los derechos de los niños
de Moscú, Yevgeny Bunimovich, a la cadena Moscow Echo radio.
El presidente del Consejo de Derechos Humanos ruso, Mikhail
Fedotov, aseguró que el argumento de la tercera persona puede causar problemas
a niñeras, abuelos y otros.
"Al crear un precedente, nos arriesgamos a causar un
dolor de cabeza a todos los padres", declaró a la agencia Interfax.
¿De qué van las protestas?
Los líderes opositores Alexei
Navalny y Lyubov Sobol han sido detenidos y encarcelados por estas
manifestaciones.
Las autoridades electorales prohibieron a los candidatos de
oposición participar en las elecciones para la autoridad local de Moscú
planeadas para el próximo 8 de septiembre.
Navalny cayó enfermo y fue brevemente hospitalizado. Los
médicos afirmaron que tuvo una reacción alérgica, pero él y su médico personal dijeron
que pudo haber sido envenenado.